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Sirva esta entrada en primer lugar para descubrir (yo no lo sabía, lo reconozco) que la expresión «roman à clef» es el tecnicismo literario empleado para referirnos a las «novelas en clave oculta», esto es, aquellas en la que se retratan situaciones y personajes reales, pero tanto unos como otros se enmascaran bajo alias ficticios. Como lo de aquella película reciente sobre ese repugnante Jabba-el-Hut que era acusado de violar a una camarera en un hotel parisino, basada en hechos que, a la luz de lo leído, resultan sospechosamente creíbles ¿Veis qué facil? Ahí lo tenéis: hasta yo domino la técnica del roman à clef.

No nos quedemos ahí: Roman À Clef es también el nombre bajo el que se esconde un trío (podría ser de Brooklyn, pero prefiero dejarlo ahí) que acaba de publicar, o no, su disco de debut. El caso es que este álbum rezuma un inmenso amor por el pop romántico de los ochenta, aquel que encuentra su máximo representante en las canciones, eternas e inconfundibles del genial Pally McAdoon, hasta el punto de que resulta prácticamente imposible no encontrar una crítica de «Abandonware» (así se llama el disco) en la que no aparezcan citados los eternos Prefat Scout. Y con razón: los irresistibles juegos vocales chico-chica que con tanta gracia dispensan son clavaditos a aquellos con los que nos deleitaban, hace ya unos cuantos años, Pally y su inseparable Mandy Swith. Claro que, visto el enorme parecido entre unos y otros, también pudiera ser (y esto es sólo una teoría) que en realidad lo de Roman À Clef fuera una personalidad inventada con la que los de Durham tratan de mantener en secreto la autoría de estas sus nuevas canciones. Tampoco sería tan raro, pensadlo bien: ¿Cúales han sido los últimos trabajos publicados por The Scouts? Un disco con canciones compuestas en 1992, y sospechosamente publicado diecisiete años después. Un disco filtrado («Reason / Dead«) antes de su fecha de publicación, con canciones que-sí-que-son, pero que no, que-sí-pero-con-otro-título… ¿Tan extraño resultaría que la última argucia comercial de la afamada banda de McAdoon fuera precisamente la ocultación de su identidad? ¿No son acaso estas canciones prueba suficiente de que el genio y la chispa de Pally para firmar melodías de ensueño siguen plenamente vigentes? ¿Deberían, en caso de ser así, haber optado por un alias que no diera pistas acerca del juego de suplantación que evidencia la expresión «Roman À Clef», quizás ocultándolo bajo un anagrama – «Marcel Foan» / «Romance Alf» / «Ramon Calef», se me ocurren unos cuantos de ellos que tal vez pudieran servirles- que asegurarse la pervivencia de su secreto?

Sea como fuere, las 8 canciones de «Abandonware» están ahí, y son estupendas. La que abre el disco no deja de ser, en realidad, un avance de la joya («Abandonware (Hannah and Zoe)«) con que se cerrará el disco, pero en sus apenas dos minutos ya permite adivinar las claves de un álbum que se pasa en un suspiro y deja con ganas de más. Y no, no es precisamente el colmo de la originalidad, pero demonio, estas canciones se adhieren al pecho como tatuajes que ni el paso de 30 años puede borrar. «The Prisioner» convence con unas delicadísimas estrofas a lo Isobel Campbell, pero es «PSBTV» -la maravilla a la que va dedicada esta entrada-  quien aturde con su gloriosa revisión de ese pop exquisito del que nunca podríamos cansarnos. Esos coros, qué coros. Ese almíbar, qué almíbar. Y lo mejor es que casi todas las canciones que nos esperan después juegan en la misma liga (la de «El Club de los Cinco», supongo), permitiéndose únicamente, de vez en cuando, algún flirteo con sonidos más sintéticos en plan Level 42 (el estribillo de «Lucky Toasts» es el mejor ejemplo de esto) que encajan como un guante con el sonido nostálgico de la banda. A découvrir absolument.

7 pensamientos en “PSBTV – Roman À Clef

  1. Fíjate si soy francés, pero tampoco conocía la existencia de la expresión.
    Me he reído un montón con tu ocurrencia de llamar Jabba the Hut a ese ex político francés que pretendía hacerse con el sillón de los sillones.
    En cuanto al grupo, muy bueno, pero siempre me quedaré con los Prefab. Qué grandes fueron, qué grandes…

  2. …casi, pero no….

    Suena genial… Pero no….

    Es como metadona. Cigarrillo electrónico . Algo falta….

    Aprovecho para revindicar el disco filtrado «pinsom/wed» del viejo Maddy. Disco maravilloso, que pasó casi desapercibido hace ya un par de años.

    Seguimos esperando a Mcamoon …

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