Home

Una de las cosas que más me gustan de escribir aquí sobre música es, curiosamente, una de las que menos esperaba: al poco tiempo de empezar con esta historia  del blog, empecé a recibir a través del formulario de contacto un montón de propuestas musicales de todas partes, con enlaces a canciones de jóvenes grupos que tratan de dar a conocer la música que hacen a través de internet. Si he de ser sincero, me encanta que lo hagan, pero siento que es algo a lo que aún no me he acostumbrado, por distintos motivos: el primero de ellos sería tal vez lo modesto de este blog, escrito en castellano, con poca intención de convertirse en un medio de difusión «serio» y que se reconoce abiertamente como  subjetivo. Pero quizá lo que peor llevo sea lo de verme jugando en una posición que no es la mía: acostumbrado a ser simplemente receptor compulsivo de música,  di el paso de convertirme con este blog en «señal repetidora» de propuestas musicales más que asumidas, descubiertas por otros para mí. Lo de ser altavoz para nuevos grupos, ya es otra cosa.

El párrafo anterior sirve para justificarme, de algún modo, ante ese puñado de bandas que mandan a este y otros muchos sitios el fruto de su esfuerzo, y con gran ilusión (supongo) esperan una buena crítica: intento mandar un mail de feedback, siempre que puedo, y del modo más educado posible mostrar la envidia que me da lo que hacen. Y, volviendo a lo del primer párrafo, bueno, pues también me sirve para explicar que es normal que no hayáis oído hablar de Memory Motel (sí, como una canción de los Stones), porque es uno de esos grupos a los que casi nadie (aún) ha tenido ocasión de escuchar.

El caso es que no sé si ha sido alguno de los hermanos Ashlock (Ben y Sam), o Christopher Gibson quien a raíz de la publicación del post de Lawrence Arabia, se animó a mandarme un link a sus canciones, y ¡vaya! resulta que aquello sobrepasa el habitual «no está nada mal» que podría esperarse. Pese a su nombre, el trío de Reno (Nevada) no hace rock garajero, sino un pop psicodélico más difícil de etiquetar que de escuchar, con influencias que irían desde los Pink Floyd del «Dark Side of The Moon» hasta los mismísimos Tame Impala.

Los estadounidenses se autoeditaron a mediados del año pasado 500 vinilos bastante apañados, en los que han planchado dos temas, de los que creo que vale la pena destacar «Wasted Days«. Puede que la segunda canción también tenga su punto, con esa intro de guitarras a lo «XX meets Chris Isaak«, y su silbido bien surtido de reverb, pero creo que el plato estrella lo sirven en la primera pista: es algo así como Air circa «Virgin Suicides» (o sea, Pink Floyd)  y luego Portishead y luego Flaming Lips y luego otra cosa que no sé qué es, pero me gusta mucho.

Memory Motel aún no tienen sello y se lo han montado en plan DIY. Esperan publicar su debut (ya tienen hasta título provisional: «The Great Television Factory Explosion of 1962«) en este 2013, y mientras tanto se apañan con su bandcamp, en donde podéis pagar lo que queráis por descargar sus canciones (o haceros-un-Radiohead directamente, si eso no os hace sentiros unos miserables). Y yo creo que sí, que deberían seguir haciendo música, de modo que aquí está este -muy pequeño- empujoncito. Y también pienso: deberían mejorar el tema de las letras. Y le doy otra vez al play y pienso que sí, definitivamente, que me pone cachondísimo pensar lo que podría hacer alguien como Dave Fridmann con un grupo como este.

2 pensamientos en “Wasted Days – Memory Motel

  1. Ja ja ja, normal que te lluevan las propuestas. Efectivamente, estas últimas entradas son muy psicodélicas, incluso me han recordado al 4hero del Creating Patterns, voy a recordar viejos tiempos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.