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Se repite de nuevo la vieja historia de artista que con sólo una canción consigue ganarse el corazón del que esto escribe. Vale, una sola pista no puede dar idea del recorrido futuro de un proyecto musical, pero como este es un blog sobre canciones, entonces dejadme que os hable de la estupenda «Filipinas«, único tema que hemos podido escuchar hasta el momento de Polvo Disco, y perfecta para que un menda se vaya de vacaciones.

Bajo aquel alias (inicialmente, el que utilizaba para sus compilaciones de música electrónica) se esconde Alexander Longstaff, un argentino instalado en Nueva Zelanda que, de una forma u otra, lleva desde su época como teclista en la banda bonaerense Alai vinculado al mundo de la música, bien como compositor, bien como remezclador o productor. En 2007 viaja a aquellas lejanas islas oceánicas, y curiosamente es desde su estancia allí cuando más comienza a interesarse por las sonoridades latinas que ahora parecen impregnar su música.

Por lo poquito que sabemos hasta el momento del proyecto, Alexander acaba de terminar de grabar las nueve canciones de este su primer disco (aún sin nombre), que en la actualidad se está mezclando en Los Ángeles. Lo publicará (por el momento, a nivel local, luego ya se verá) Bamba Records, un sello pequeño e independiente de Buenos Aires. Si hemos de hacer caso a la letra del tema (aquello de «sigo buscando la melodía«), habrá que ver qué es lo que el largo da de sí, pero a mi parecer Alexander puede quedarse tranquilo: parece que ya la ha encontrado.

Algo menos disco que otro Alex (el chileno Anwandter) con quien parece compartir alguna que otra referencia, esta «Filipinas» de Polvo Disco se apunta al sabroso cóctel (esas marimbas…) de synth-pop, funk y sonidos cálidos que tan buenos resultados -no me cansaré de reivindicarlo- le han dado por ejemplo a Rush Midnight. Y curiosamente, Alexander ha pisado Vietnam, Camboya o China en su periplo asiático, pero no, nunca ha estado en Fipilinas: la canción hace exactamente referencia a ese sentimiento extraño, esa nostalgia imposible hacia un lugar en el que nunca has puesto un pie. Un (falso) recuerdo tropical que no tiene nada de desenfrenado: más bien es relajante, y fresquito como una piña colada. Justo lo que necesito ahora que estoy a punto de emigrar al sur, con la firme intención de regalarme/regalaros unos días de paz. Ah, y además, puede descargarse (legal y gratuito, ya sabéis) pulsando aquí. Feliz verano.

6 pensamientos en “Filipinas – Polvo Disco

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